Animal Plastic - Capítulo 1: Tor la tortuga
Por Gustavo Ruiz
Alguien debía de haber contaminado el mar de las playas de Lima, pues tanto el Señor Tor la tortuga como sus amigos quelonioideos se vieron impedidos de realizar su acostumbrado cambio de corriente sin haber hecho nada malo. El mar, para horror de todos, estaba adornado de botellas, envolturas, bolsas, y otros hijos del temible plástico.
Era como si estas materias invasoras hubiesen reemplazado a la misma agua que solía protagonizar esos espacios acuáticos.
¿Por qué, Cecilia? ¿Por qué entre metal, vidrio, papel, cartón y plástico tuvieron que elegir plástico? – Se quejaba Tor. – No lo entiendo. Todos saben que ese es el más dañino porque se puede reciclar muy pocas veces y luego es enviado al relleno sanitario. – Le respondió Cecilia la reptilia.
Pensemos. Tiene que a haber una forma de atravesar esta muralla plástica. – Planteó Tor. – Si nos sumergimos lo suficiente podemos encontrar un camino.
Tor descendió por las alguna vez cristalinas aguas de la costa limeña. Al querer colarse entre un par de botellas plásticas grandes, salieron como proyectiles un montón de botellas pequeñas. Eran como pequeños diablillos enviados por la botella superior, y basaban su poder en los números.
¿Botella de 330 ml? ¿Quién compra toda una botella para tomar menos de un vaso? ¿Acaso nos odian? – Exclamó Tor perplejo. - Bueno, sé que tienen un videojuego en el que un italiano pisa tortugas para salvar a una princesa. – Informó Cecilia, no menos preocupada por la situación actual.
¿Cuánto tiempo tenemos qué esperar a qué esto desaparezca? – Tor preguntó. – Las bolsas, 150 años. Las condenadas viven más que nosotros. Y una botella de plástico demorará hasta 1000 años en degradarse. – Respondió Cecilia, quien sacudía la pata derecha de un material blanco que se le pegaba con descaro. - Mira, ¡Ahora las algas son blancas! – No son algas blancas. – Respondió Tor. - Son boletas de pago. Los humanos las siguen imprimiendo a pesar de que ya es posible que se las envíen digitalmente. ¿Para qué piden la física si solo la van a tirar a la basura 2 días después?
¿Me puedes decir qué tan mortal es esto? – Inquirió Tor. - La ingestión de plásticos esla causa de muerte del 86% de las tortugas marinas. Y si no nos las tragamos y nos bloquean los intestinos, nos podemos quedar atrapados dentro de una bolsa. O si sobrevivimos, se nos pueden incrustar y producirnos infecciones que posteriormente nos matarían igual. - Contó Cecilia, nada feliz de conocer esas estadísticas.
Ay… - Suspiró Tor.
Sí… - Complementó Cecilia.
¡Maldita basura! – Exclamaron al unísono.
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Animal Plastic - Capítulo 1: Tor la tortuga
Reviewed by Maldita basura
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abril 20, 2019
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